21 septiembre 2022 1271 palabras, 6 min. read Última actualización : 21 septiembre 2022

¿Por qué y cómo convertirse en nómada digital?

Por Pierre-Nicolas Schwab Doctor en marketing, director de IntoTheMinds
Convertirse en nómada digital ha sido una de las grandes aspiraciones de los trabajadores confinados durante el Covid, pero solo unos pocos se han atrevido a dar el salto ya que ser un nómada digital implica renunciar a un anclaje […]

Convertirse en nómada digital ha sido una de las grandes aspiraciones de los trabajadores confinados durante el Covid, pero solo unos pocos se han atrevido a dar el salto ya que ser un nómada digital implica renunciar a un anclaje geográfico y reorganizar tu vida personal y profesional. En este artículo compartimos el testimonio y las experiencias de un verdadero nómada digital. Olivier Caeymax ha dado el salto y ahora vive en una autocaravana. Repasa, a petición nuestra, los aspectos prácticos de su nueva vida y comparte su consejo para que tú también puedas convertirte en nómada digital si así quieres.

Olivier Caeymax se convirtió en nómada digital tras el Covid. Como consultor de IT, ahora vive en una autocaravana y viaja allí donde quiere.


¿Por qué convertirse en nómada digital?

He aquí algunas ideas y también deseos que me llevaron a convertirme en un nómada digital. Para empezar, los deseos. Estar en la carretera siempre me ha resultado atractivo y, desde hace 4-5 años, he mantenido la costumbre de tomarme unos días de vacaciones para ir a las montañas, acudir a un retiro, o realizar unas prácticas. Solía referirme a esos días como momentos de solitud, incluso si en realidad no estaba solo de verdad. Eran más bien momentos de desconexión, y poco a poco se fueron volviendo indispensables. Cada vez que iniciaba uno de esos momentos me invadía casi una sensación de ebriedad, como una hipersensibilidad, quizás un vínculo con la belleza. Todo me emocionaba: los encuentros, los paisajes, los sonidos…

La complejidad de la disposición y la necesidad de planificar las cosas por adelantado son inversamente proporcionales al tamaño del vehículo.

En aquella época, había acondicionado un Pajero viejo para poder ser más o menos autónomo en las montañas. Mantenerme en la carrera es, en cierto sentido, huir de toda esta locura, incluso si no es más que un simbolismo. Y después está la psique, que intenta encontrar su camino en esta atmósfera del fin del mundo para darle sentido a la absurdidad en la que nos vemos sumergidos.

La vida de nómada digital de Olivier Caeymax ahora tiene lugar en este hábitat móvil.


Covid, el detonante para la vida como nómada digital

Covid fue el detonante de mi conversión hacia el nomadismo digital. Además de los argumentos que monopolizaban los medios (especialmente en las redes sociales), también había una abundancia de iniciativas microscópicas. Se estaba asentando una ecología, había algo en transición; fue entonces cuando comprendí lo que era una «burbuja». Esa conexión me abrió el camino para pasarme a la vida de nómada digital.


Nomadismo digital: ¿cómo afecta a tu vida profesional?

Mi vida profesional ha cambiado mucho. Antes de la pandemia, viajaba 25.000 kilómetros al año, y pasaba los días yendo de un cliente a otro. Y de repente mi negocio como consultor digital y coach de agilidad se pasó a lo online casi de la noche a la mañana, lo que parecía inimaginable se convirtió en la norma en tan solo unos pocos meses. Así que sí, todo cambió, pero no porque me convirtiese en nómada digital; más bien lo contrario.


¿Cómo reaccionaron tu familia y amigos a la transición hacia el nomadismo digital?

La gente a mi alrededor tenía bastante claro que estaba avanzando hacia convertirme en nómada digital. El Pajero, lo mucho que me movía de un lado al otro; se percibía en el aire, y en casa todos tenían un estilo de vida bastante independiente.


¿Cuál fue la reacción de tus clientes al tratar con un nómada digital?

Profesionalmente, durante mucho tiempo hablar de ello constituyó un verdadero problema. Como consultor que vivía en una camioneta, temía ahuyentar a mis clientes. Los nómadas digitales se han puesto bastante de moda, pero no siempre fue fácil.

Reacciones positivas al proyecto

Hasta principios del 2022 no empecé a ser trasparente al respecto, compartiendo mis intenciones de manera explícita y comunicando la distribución de la caravana. Fue más o menos una sorpresa. Hablaba de ello con entusiasmo, y las personas con las que hablaba también respondían con entusiasmo.

¿Nómada digital = marginado?

Me ayudó a superar el miedo de sufrir algún tipo de marginación. Temía ser marginado, que me marginaran o terminar debilitado por ello.

Poco a poco, empecé a sentir un sentimiento tonificante al ayudar a inspirar a otros. Tomar decisiones radicales es una fuente de inspiración para aquellos que no se atreven a cruzar la línea (no puse mi vida en peligro, pero sigue dando cierto vértigo) y alinearse con ello. Y, a partir de ahí, inspirar, inspirar, inspirar. Es más o menos lo único que podemos hacer, además de reciclar la basura…

La caravana comprada en Facebook al principio de su transformación para una vida de nómada digital.


Aspectos prácticos: del concepto a la realización en 7 meses

Compré la caravana en Facebook. La configuración es ideal; no está matriculada como un vehículo de carga pesada, pero pesa 7 toneladas, así que hay espacio y confort. Puesto que no planeo conducir cientos de miles de kilómetros, resulta perfecta. Compré la caravana en diciembre de 2021 y empecé a adaptarla de manera seria en marzo de este año. Para julio ya estaba lista. ¡¡Y yo también!!

Adaptando la caravana. ¡Nomadismo digital adquirido!


¿Cómo creaste tu espacio como nómada digital?

Sinceramente, lo hice por instinto. No había ningún plan, usé muchos materiales reciclados, algunos muebles viejos, una antigua cocina de gas… Compré lo que me gustaba. Aun así tuve que revender algunas cosas que compré de manera precipitada.

Con eso dicho, la complejidad de la distribución y la necesidad de planificar las cosas es inversamente proporcional al tamaño del vehículo. Cuanto más pequeño es, menos espacio hay para improvisar. Mi caravana está bien; tengo espacio y no tengo por qué pensar de manera estratégica en cada centímetro cúbico.


Nómada digital durante 2 meses: la primera valoración

Por ahora tengo dos sensaciones. Una es como una exaltación que me conecta con todo lo que encuentro en mi camino: personas, experiencias, paisajes y lugares en los que me detengo. No sé si durará, pero por ahora cuento con esa dicha.

Y después está la otra sensación: una especia de vértigo, un sentimiento de perdición, casi de locura. La soledad, la distancia respecto a mis hijas, el vínculo con mi esposa (que también está dentro del movimiento de vivir ligeros) cuando estamos lejos, inventar maneras de volver a encontrarnos. No siempre es fácil, no porque resulta difícil en sí mismo, sino porque es como un territorio a explorar.

Dejo que esas dos sensaciones me invadan. ¡Si hay algo que he aprendido en los últimos 2-3 años, es que no se consigue nada haciendo planes! Así que saboreo las cosas según llegan e intento encontrar mi lugar en ellas.



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