Un escaparate interactivo montado en la ola de la recuperación

Los consumidores buscan desesperados tiendas físicas nuevas e innovadoras que los alejen del aburrimiento diario. Una reciente encuesta reveló que lo único que atrae a los consumidores de los aspectos digitales de las tiendas físicas son sus aspectos funcionales. Y, aun así, los escaparates son el vector perfecto para lograr que los viandantes quieran entrar en la tienda. En este artículo te hablo de un ejemplo de escaparate interactivo que me pareció especialmente exitoso, y que va montado en la ola de la «recuperación».

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Los minoristas han innovado mucho en la esfera digital con un objetivo claro: vender más. Pero deben recordar un aspecto entero de la experiencia del cliente: el encanto. ¿Qué pasó con la magia de las tiendas que visitabas de niño? Por desgracia, ha desaparecido, para desdicha de los consumidores que ya no sienten ningún placer especial al visitar una tienda más allá del de gastar su dinero y ceder un poco más ante el consumismo.

Los minoristas deben hechizar a los consumidores

Para mí, hechizar, soñar, y tener un cambio de escenario es básico para cualquier estrategia de venta minorista. Vender también significa inspirar e invocar a la imaginación del cliente, pero ese hechizo se ha visto sustituido por estrategias comerciales que solo buscan vender más y hacernos más «fieles». Excepto en el sector del lujo, muy pocas tiendas continúan haciendo de los escaparates una parte integral de su estrategia de venta.

Pero sigue siendo a través de ese escaparate donde se puede captar la atención del cliente. Los escaparates interactivos pueden lograr precisamente eso, pero acertar con el diseño es importante, ya que algunas clases de interacciones desilusionan a los clientes. La encuesta que publicamos demuestra que el interés en los escaparates táctiles está desvaneciéndose.

La interacción con el escaparate se acciona tocándolo con la mano, lo cual inicia la animación.

El beneficio de los escaparates interactivos en la venta minorista

Los escaparates interactivos ofrecer un modo único y dinámico de interactuar con los viandantes. Estos dispositivos no son simples pantallas, sino sistemas sofisticados diseñados para detectar y responder frente a la interacción y presencia humanas. Se ha llevado a cabo una investigación para comprender cómo estos escaparates captan la atención de los viandantes y cómo tiene lugar la interacción.

Se descifran dos efectos que reflejan el comportamiento de los consumidores.

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Jamini y su escaparate de alta tecnología… hecho de cartón reciclado

En Jamini (el nombre de la tienda), se han reciclado las cajas de cartón de las tiendas cercanas para crear una decoración de Navidad ligeramente infantil pero muy real. Unos pocos cortes con láseres y microprocesadores más tarde, esta decoración cobra vida para delicia de los viandantes, que, al agitar la mano, se convierten en actores de este pequeño milagro de la ingeniería. Las luces se encienden, el molino empieza a girar, y Santa Claus aparece de repente de los tejados de Haussmann.

Este encantador escaparate quizás te recuerde a los escaparates navideños de tiendas como Harrods, Le Printempss, o Galeries Lafayette. Con una gran abundancia de medios, también logran provocar sorpresa. Pero en un mundo al borde de la indigestión, la obesidad, y hartos del malgasto que produce, ¿acaso no es mejor optar por la simplicidad?

Todo el proyecto ha sido concebido y llevado a cabo por Le Fabshop, con el apoyo financiero de SEMAEST y de la Cámara de Oficios de París.

Innovación para insuflar nueva vida en un barrio de tiendas locales

Esta iniciativa también me permite saludar los esfuerzos de los minoristas distrito 10 de París. Han acogido con los brazos abiertos el proyecto de Semaest para insuflar nueva vida en el comercio local a través de escaparates interactivos. Aunque en este artículo solo he detallado el escaparate de una de las tiendas, había muchos más que admirar (ver la imagen a continuación). Esta iniciativa hace posible redescubrir las tiendas del barrio, y eso es exactamente lo que necesitan los vendedores locales: recrear su atractivo y ganarse la lealtad de sus clientes.

Semaest, la organización parisina a cargo de revitalizar el sector minorista, ha interpretado muy bien su papel. El proyecto es tecnológico sin excederse, cumple los objetivos de reciclaje, y crea un vínculo entre las tiendas en el barrio.

Por Pierre-Nicolas Schwab Pierre-Nicolas es doctor en marketing y dirige la agencia de estudios de mercado IntoTheMinds. Sus principales campos de interés son BigData, comercio electrónico, comercio local, HoReCa y logística. También es investigador de marketing en la Universidad Libre de Bruselas y ejerce de entrenador y formador para varias organizaciones e instituciones públicas. Se puede contactar con él por correo electrónico o Linkedin.