¿Cuál es el futuro del sector minorista no alimentario?

Las perspectivas para el sector minorista no alimentario en 2024 son sombrías. Pero 3 tendencias subyacentes ofrecen esperanza.

¿Cuál es el futuro del sector minorista no alimentario?

La crisis de Covid sacudió fuertemente el sector minorista no alimentario. Tras un repunte en 2022, las estadísticas para 2023 son claras y no se mantienen. En este artículo, examino la situación en Francia y saco algunas conclusiones bastante generales sobre el estado del sector. En particular, propongo 3 tendencias fundamentales que constituirán la columna vertebral de este sector en el futuro.

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Estadísticas del sector minorista no alimentario en 2023

  • Electrodomésticos: Caída de las ventas del 6% en 2023.
  • Juguetes: Caída de las ventas del 6%.
  • Moda: Las ventas suben un 1,3%.
  • Muebles: Contracción del mercado del 1,9%.
  • Bricolaje: Ligera caída de las ventas del 0,4%.

Comercio minorista no alimentario: panorama desigual por categorías

Las últimas estadísticas sobre el sector minorista no alimentario muestran un panorama dispar. Por ejemplo, los sectores de electrodomésticos y juguetes registraron una contracción del 6%. El sector del mueble se contrajo un 1,9%, mientras que el bricolaje sufrió un descenso más moderado del 0,4%. Sólo el sector de la moda logró registrar un ligero crecimiento del 1,3%.

Los electrodomésticos, al igual que la informática y los muebles, sufrieron los efectos de la ola de compras de Covid. Las ventas de bricolaje resisten mejor, ya que la tensa situación económica obliga a los hogares a realizar ellos mismos las obras, que se han encarecido mucho debido a la inflación.

Estas cifras también reflejan la creciente necesidad de las tiendas físicas de atraer y retener clientes. El tráfico en las tiendas ha caído en picado, como detallamos en este artículo.

Problemas múltiples y diversos

La situación en 2024 seguirá siendo la misma. El sector no alimentario será víctima de varios problemas: la inflación, los elevados tipos de interés y la crisis inmobiliaria.

La inflación ha pesado mucho sobre los hogares, mermando su poder adquisitivo. La subida de los precios de los productos de primera necesidad aún no ha terminado, y el fenómeno de la reduflación se está intensificando. Esto está llevando a los consumidores a hacer concesiones en detrimento de los bienes no alimentarios.

Esta situación está afectando a la confianza de los hogares y las empresas. En abril de 2024, por ejemplo, la confianza de los hogares franceses era 15 puntos inferior a la del periodo anterior a la crisis. Esta falta de confianza en el futuro lleva a los hogares a posponer las compras importantes. Una encuesta reciente muestra que el 69% de los hogares de todo el mundo son pesimistas, mientras que en Francia lo son el 73%. Este pesimismo se refleja en el nivel de vida, que el 40% de los encuestados cree que bajará.

La crisis inmobiliaria añade una capa más de complejidad. Los elevados tipos de interés, el descenso de la natalidad en todos los países industrializados y el envejecimiento de la población son los ingredientes de una bomba de relojería. El mercado inmobiliario y la renovación de los bienes de consumo duraderos se ralentizan en todas partes. Las compras de bienes de equipo están directamente vinculadas a los movimientos.

Esta vez, se trata de un desajuste total después de que los planetas se alinearan durante el periodo Covid.

La culpa es de la economía

Las perspectivas para 2024 no son nada halagüeñas. Los bancos nacionales siguen luchando contra la inflación, que se mantiene lejos de sus objetivos del 2%. La semana pasada, la FED no descartó nuevas subidas de tipos. Por tanto, el crecimiento económico seguirá siendo anémico. La recuperación sólo será posible si se relajan las condiciones crediticias, impulsando la inflación. Es una ecuación insoluble.

Los hogares conocen esta incertidumbre, y los profesionales del sector no alimentario también. Prevén un consumo prudente y una tendencia a ahorrar más que a gastar.

Influido por la crisis sanitaria, el cambio de comportamiento de los consumidores también ha redefinido sus prioridades. El mercado de productos de segunda mano y reacondicionados está ganando terreno, en detrimento de las nuevas compras. Los minoristas deben adaptarse a esta nueva situación integrando más ofertas de segunda mano y servicios de reparación.

Más que nunca, anticiparse al comportamiento de los consumidores (sobre todo mediante la investigación de mercado) es una medida de sentido común. Esta investigación proporciona las claves para descifrar el comportamiento y adaptar su estrategia de marketing.


Veo 3 tendencias básicas que funcionarán como motores de crecimiento (o antirrebote) del sector.


3 tendencias clave para el futuro

Ante estos retos, los minoristas del sector no alimentario no tienen más remedio que adaptarse:

  • diversificación de la oferta
  • mejora del servicio al cliente
  • adaptación a los nuevos hábitos de consumo

Esta adaptación a los nuevos hábitos de consumo me lleva a identificar 3 tendencias fundamentales que funcionarán como motores de crecimiento (o más bien, antirretroceso) del sector.

En cualquier sector, la integración de artículos de segunda mano es inevitable. Aunque esta tendencia comenzó con los artículos de segunda mano de lujo, ahora se ha infiltrado en todos los verticales no alimentarios:

  • la ropa de segunda mano ya tiene su sección dedicada, incluso en los supermercados.
  • las grandes cadenas deportivas la han integrado en su oferta.
  • empiezan a aparecer ofertas de muebles de segunda mano, con startups que hacen de ello su modelo de negocio (conocimos a una de ellas en Vivatech).
  • los aparatos electrónicos reacondicionados se están convirtiendo en algo habitual.

La otra tendencia será el alquiler de artículos más caros que sólo se utilizan esporádicamente:

  • Las tiendas de bricolaje son de las primeras afectadas: sus estanterías de electroportátiles están llenas de equipos con poco tiempo de uso.

Cadenas deportivas como Decathlon también han empezado a alquilar break-evens, muy rentables.

Por último, la reparación se convertirá en una nueva fuente de especialización y crecimiento. Es probable que los operadores generalistas puedan integrar fácilmente esta especialización. Más bien creo que las empresas emergentes entrarán en este mercado, centrándose en determinados tipos de reparación o determinados tipos de electrodomésticos. En el mercado francés, una empresa como Murfy ha demostrado las ventajas de este modelo de negocio para los grandes electrodomésticos.

 


Publicado en Estrategia.