¿Qué interés encontrarán las marcas en invertir en el metaverso? Creo que, al final, el metaverso no será más que otro canal de marketing como las redes sociales o la web 2.0, pero abrirá un nuevo mercado para vender experiencias que no están disponibles en el mundo real. El mercado de la pornografía bien podría experimentar una revolución tecnológica gracias a él.
Lo que no será el metaverso
Por las razones que ya presenté en este artículo, no creo que el metaverso pueda convertirse en un fenómeno global como fue Facebook. La fricción con el mundo real es demasiado intensa, y la transición desde el mundo real a la realidad virtual del metaverso es demasiado complicada.
Por lo tanto, ver a 3 billones de personas paseándose por el metaverso no es más que una ilusión, y este seguirá siendo una prerrogativa de un público concreto y cubrirá 2 tipos de necesidades de marketing:
- La primera, y ya existente, gira en torno a la música y las experiencias mediáticas.
- La segunda, todavía por crear, propondrá experiencias que son imposibles en el mundo real.
Los fans, el segmento de clientes más aparente
En el metaverso, pueden organizarse algunas experiencias multisensoriales de manera exclusiva. Como un hombre de negocios inteligente, Snoop Dog ya ha invertido en una mansión virtual a la que se pueda invitar a los fans para un concierto privado. Ese será seguramente el principal desarrollo en el metaverso; la tecnología ya está ahí, y ya se han realizado espectáculos virtuales por los que los fans están dispuestos a pagar.
Vivir o revivir experiencias inalcanzables en el mundo real
El metaverso es un universo lleno de promesas para aquellos que quieren vivir experiencias que resultan inaccesibles en el mundo real, y creo que ese es el aspecto más prometedor.
Lo prohibido se convertirá en un nuevo campo de exploración, lo que planteará todavía más preguntas éticas sobre las responsabilidades dentro de lo virtual. Dejando de lado los excesos reprensibles, las prohibiciones morales de la sociedad real serán el centro de atención en el metaverso. El mercado de la pornografía experimentará una disrupción tecnológica con la democratización primero de los cascos de realidad virtual y después de los trajes hápticos.
El metaverso también será un refugio en el que engañar a la muerte. En nuestro artículo sobre deadbots, ya ofrecimos algunos ejemplos interesantes de vida digital después de la muerte. El experimento llevado a cabo en Corea del Sur (ver vídeo a continuación), además de lo pionero e inquietante que resulta, podría convertirse en algo habitual. Frenar el efecto del tiempo ha evolucionado hacia un amplio mercado (productos cosméticos, cirugía plástica), y las experiencias virtuales post mortem podrían representar un mercado gigantesco si la tecnología sigue avanzando. Porque, en efecto, harán falta algoritmos muy avanzados y una inmensa potencia informática para dar vida a nuestros muertos y permitirles interactuar de manera realista con los vivos. Meta ya está anticipando esa limitación con la construcción de su super calculadora.
3 ejemplos de compras recientes en el metaverso
- Carrefour ha comprado un terreno virtual en The Sandbox por una cantidad desconocida. Su director de marketing lo anunció en Twitter (ver más arriba).
- Republic Realm ha comprado un terreno virtual por 4.3 millones de dólares en The Sandbox
- Snoop Dogg ha comprado una mansión en el metaverso y, lo que resulta todavía más increíble, alguien ha gastado unos $450.000 para comprar el terreno virtual aledaño.
El metaverso, un territorio de marketing nuevo
A través de las aplicaciones concretas que ofrece, el metaverso se convertirá en un territorio de marketing por derecho propio, y dicho territorio será usado por tecnófilos, consumidores educados con un poder de adquisición mayor. Las marcas tendrán que desarrollar tácticas para conectar con ellos, algo que ya hicieron en el mundo digital (Internet) y que tendrán que repetir en el metaverso.
Pero al mismo tiempo también nos preguntamos si deberíamos invertir ahora mismo en el metaverso. Las empresas que están gastándose cantidades ingentes de dinero para adquirir terrenos en el metaverso deberían pensárselo dos veces. Comprendo su FOMO («temor a perderse algo» en inglés), pero parece que el metaverso todavía necesita adoptar una forma más precisa para confirmar las oportunidades de negocio que representa. A pesar del crecimiento estimado de un 31% por año hasta 2028 y un tamaño de mercado de 800 billones según la estimación de Goldman Sachs, todo sigue siendo muy incierto.
Publicado en Marketing.